Especializada en salud de la mujer, y desde hace años acompaño a pacientes que arrastran molestias íntimas que nadie parece tomar en serio: incontinencia, dolor en las relaciones, presión constante en la pelvis…

Situaciones que muchas mujeres callan o normalizan, pero que no deberían formar parte del día a día de nadie.

Empecé tratando patologías de columna, pero fue al convertirme en madre cuando vi con más claridad el abandono que sufrimos en temas como el suelo pélvico. Decidí especializarme a fondo, volver a formarme y centrar mi trabajo en dar soluciones reales a esas mujeres que van de consulta en consulta sin respuestas claras ni acompañamiento de verdad.

A día de hoy, más de 500 pacientes han superado conmigo de la mano sus pérdidas de orina y han recuperado su seguridad y su intimidad.

Hoy combino la práctica clínica con la formación de otros profesionales sanitarios, y lidero un equipo preparado para atender a mujeres con respeto, evidencia y sin tabúes.